lunes, 18 de mayo de 2015

Perder el tiempo

No he hecho nada el fin de semana. Dormir como un ceporro y atiborrarme a hidratos de carbono y grasas. Fumar también. Mucho. Todo muy sano. Ayer por la noche para cenar abrí el tinto de verano (del verano pasado), tomé un par de vasos. Paré a tiempo. Justo en el momento en que empecé a ser consciente de que me estaba poniendo gris. Además este año estreno alergia. El alcohol me congestiona (más). Me tomé la cetirizina con el tinto. Sueño infinito. Lo bien.

Me he levantado a las 12. Puse una lavadora con la colcha de colorines. Ducha. Zumo. A la calle. Paseo. Comprar tabaco. Si compras dos te regalan unas gafas de sol. Rojas, esta vez. Me gusta el rojo. Ya tengo tres azules y unas rojas. No las usaré. No oigo igual con gafas de sol. Iba a pasar por la biblioteca, pero no vi en el catálogo lo que buscaba. Pocos fondos. También pensé que del mismo modo en que la gente no deberíamos ir a comprar los domingos o festivos, tampoco deberíamos ir a las bibliotecas, por solidaridad con todas esas personas que no tienen vida los domingos, todo porque hemos creado una sociedad en que parece normal poder satisfacer nuestras ansias de consumo en días en que todo el mundo debería estar descansando. En fin. Batalla perdida. Lo sé. También fui a comprar tabaco, pero allí trabaja la dueña. No es lo mismo. Es el único estanco en todo el barrio y siempre está petado. Se va a morir con todo ese dinero en el banco.

Comer. Hidratos de carbono a la bolognesa. Dormir de nuevo. Siesta hasta las ocho. Conjuntivitis otra vez. Merendar galletasconchocolate, así todo junto. Echarle un ojo (el menos malo) al curso ese que hago a distancia. Participar en el foro porque es obligatorio. Perder el tiempo. Coger un libro. Empezar a leer. Dejarlo. Coger otro libro. Empezar a leer. Dejarlo. Tengo la cabeza en mil sitios y en ninguno. Mirar la factura del teléfono fijo y móvil. No entenderla. Escribirles un correo porque no tengo ganas de hablar y me dan pereza. Leer algún blog. Entrar en twitter y facebook. El País: Opinión, Cultura y Ciencia. Mirar la bolsa de empleo del colegio.  La única novedad un "Pepe, vente a Alemania". Descartado.

Cenar tarde. Hidratos de carbono en ensalada (por el remordimiento). Después, no sé. Ha pasado el tiempo sin más. A esta hora han empezado de nuevo a cantar los pájaros. Hoy en el parque de detrás de casa y también en el que está delante. A lo mejor hablan de esto:


Terra-Cortril. Ahora sí, la vida es una balsa de aceite.
Dormir.

6 comentarios:

  1. Yo me hubiera apuntado a ese domingo( a excepción de fumar), aunque el colesterol se me dispare.:))

    besos
    saluditos extremeños

    ResponderEliminar
  2. ¿Sí? ¿Así, un poco a lo ermitaño? El tabaco fue lo único que me obligó a salir de casa.
    Lo bonito que debe estar el campo en extremadura.
    Un beso, madre

    ResponderEliminar
  3. Sí, a lo ermitaño, a veces es necesario hacer un poco de nada:)).
    Estaba bonito el campo, tanto aire que ha hecho que ya esta todito seco, han desaparecido esas tonalidades de verdes que habia ( al menos en la zona de Extremadura en la que habita esta madrileña) y ahora hay tonos de amarillo a ocres...
    un beso

    ResponderEliminar
  4. Claro, si es que allí la primavera fue temprana, cuando aquí andábamos de invierno, me llegaban fotos de allí y ya habían florecido los almendros. Con frecuencia echo de menos el Oeste.
    Un beso, noor.

    ResponderEliminar
  5. Un silbido. Un canto de pájaro desgañitándose a pleno sol para encontrar pareja entre los ruidos de la ciudad. Un beso y uno de tus abrazos centrípetos, silbante.

    ResponderEliminar
  6. Un abrazo de vuelta, de vuelta, sparkling (:

    ResponderEliminar

Ellas/os también silbaron.