sábado, 30 de mayo de 2015

Desajustes

El desajuste de horarios puede terminar con muchas cosas.

Desayunar sola. Salir sola. Pasear sola. Comprar sola. Resistirse, de nuevo,  a comer sola. No es la idea generalizada de una vida conjunta. Y eso que yo necesito más espacios que la media, pero no tanto como para orbitar en distintas galaxias. Me planteo qué sentido tiene esto. No se lo encuentro.

Aquí estoy con la comida lista y con sueño de siesta. Mientras, hay quien aún duerme (no es precisamente esa la idea de cama caliente que quiero.) 

Un día nos preguntaremos tantas cosas y nos lamentarnos de tantas otras...

Busco libros de viajes porque esta realidad se me queda chica. Agradezco sugerencias.

miércoles, 27 de mayo de 2015

Cumbia

Sopla el viento ahí fuera. Escucho el sonido del aire moviendo las hojas, moviendo las ramas. No es viento lo que escucho. No tiene el viento sonido propio mas que por lo que mueve, desplaza o los huecos por los que se cuela. Como tantas otras cosas que tampoco lo tendrían sino fuera por la existencia de otras. Yo, a veces, tampoco sueno, también necesito que me muevan, me desplacen o se me cuelen por los huecos; los huecos que sean.

Es bonito, pero faltan los mirlos.

Las últimas dos semanas han sido una montaña rusa, pero sin el pellizco ese que te coge cuando justo estás de bajada en la zona de más pendiente. Ha faltado eso. Desidia. Vehemencia. Desidia. Vehemencia. Desidia, desidia, vehemencia, desidia, vehemencia, vehemencia, vehemencia. Así, más o menos. A plomo de un extremo a otro.
Un poco absurdo todo.


lunes, 18 de mayo de 2015

Perder el tiempo

No he hecho nada el fin de semana. Dormir como un ceporro y atiborrarme a hidratos de carbono y grasas. Fumar también. Mucho. Todo muy sano. Ayer por la noche para cenar abrí el tinto de verano (del verano pasado), tomé un par de vasos. Paré a tiempo. Justo en el momento en que empecé a ser consciente de que me estaba poniendo gris. Además este año estreno alergia. El alcohol me congestiona (más). Me tomé la cetirizina con el tinto. Sueño infinito. Lo bien.

Me he levantado a las 12. Puse una lavadora con la colcha de colorines. Ducha. Zumo. A la calle. Paseo. Comprar tabaco. Si compras dos te regalan unas gafas de sol. Rojas, esta vez. Me gusta el rojo. Ya tengo tres azules y unas rojas. No las usaré. No oigo igual con gafas de sol. Iba a pasar por la biblioteca, pero no vi en el catálogo lo que buscaba. Pocos fondos. También pensé que del mismo modo en que la gente no deberíamos ir a comprar los domingos o festivos, tampoco deberíamos ir a las bibliotecas, por solidaridad con todas esas personas que no tienen vida los domingos, todo porque hemos creado una sociedad en que parece normal poder satisfacer nuestras ansias de consumo en días en que todo el mundo debería estar descansando. En fin. Batalla perdida. Lo sé. También fui a comprar tabaco, pero allí trabaja la dueña. No es lo mismo. Es el único estanco en todo el barrio y siempre está petado. Se va a morir con todo ese dinero en el banco.

Comer. Hidratos de carbono a la bolognesa. Dormir de nuevo. Siesta hasta las ocho. Conjuntivitis otra vez. Merendar galletasconchocolate, así todo junto. Echarle un ojo (el menos malo) al curso ese que hago a distancia. Participar en el foro porque es obligatorio. Perder el tiempo. Coger un libro. Empezar a leer. Dejarlo. Coger otro libro. Empezar a leer. Dejarlo. Tengo la cabeza en mil sitios y en ninguno. Mirar la factura del teléfono fijo y móvil. No entenderla. Escribirles un correo porque no tengo ganas de hablar y me dan pereza. Leer algún blog. Entrar en twitter y facebook. El País: Opinión, Cultura y Ciencia. Mirar la bolsa de empleo del colegio.  La única novedad un "Pepe, vente a Alemania". Descartado.

Cenar tarde. Hidratos de carbono en ensalada (por el remordimiento). Después, no sé. Ha pasado el tiempo sin más. A esta hora han empezado de nuevo a cantar los pájaros. Hoy en el parque de detrás de casa y también en el que está delante. A lo mejor hablan de esto:


Terra-Cortril. Ahora sí, la vida es una balsa de aceite.
Dormir.

jueves, 14 de mayo de 2015

Cantos

En el parque que hay detrás de casa canta un pájaro. Otro contesta. Como no sé nada de pájaros no sé qué tipo de pájaro canta a estas horas. Sólo sé que cantan. Es a esta hora el único sonido. Ese y el sonido sordo de la electricidad en la lámpara de pie situada a mi derecha. Pichi ha dejado hace un rato de dar vueltas en su rueda. Yo he dejado hace una semana de dar vueltas en la mía. Es extraño todo. Te bajas de la rueda y te sientes perdida. No tiene ningún sentido. La ausencia de fuerzas centrípetas aturde. 

Y ahí continúan contándose sus cuitas. Y aquí estoy
Querer ser un pájaro cantor para contarles las mías. 

miércoles, 13 de mayo de 2015

La la

Sigo sin dormir muy bien por no decir que casi nada. Debería relajarme porque lo mismo me va a dar.
Es la sensación esa de tener el puto tic tac encimadentro de la cabeza. Tengo cuatro meses para encontrar algo y poder seguir con lo que tengo aquí o empezar a pensar en buscar también en otros sitios, pero eso implica muchas cosas. Eso me agobia. La incertidumbre y tal.

Ayer tuve una entrevista, pero no sé. Ya sabré.

 vacilar.
(Del lat. vacillāre).
1. intr. Dicho de una cosa: Moverse indeterminadamente.
2. intr. Dicho de una cosa: Estar poco firme en su estado, o tener riesgo de caer o arruinarse.
3. intr. Dicho de una persona: Titubear, estar indecisa.
4. intr. coloq. Col., C. Rica, Cuba y Guat. Gozar, divertirse, holgar.
5. tr. Engañar, tomar el pelo, burlarse o reírse de alguien.

Yo lo que quiero es vacilá la la en la acepción 4, y no vacilar en el resto de acepciones. De momento vacilo a lo 1, a lo 2 y a lo 3,  sin medida.


sábado, 9 de mayo de 2015

¿Lo que sucede conviene?

Pues sí, al final, era yo la nominada. Así que llevo dos días pasada de rosca, por la incertidumbre del futuro y los nervios, sin ser capaz de dormir. Un poco despojo, pero se me pasará. No es tampoco que tenga artes adivinatorias es que había visto la oferta de empleo en la bolsa de trabajo del colegio "pofesional" al que me veo obligada a pertenecer para poder ejercer. Y aunque las nominadas eramos dos, cuando alguien no es capaz de sostenerte la mirada, qué digo la mirada, ni ser capaz de mirarte a la cara, es que algo gris guarda para ti.

Creo que hay un montón de cosas para las que no valgo en esto en lo que se ha convertido la farmacia comunitaria.
Se habla ahora de dispensación activa, que es una manera muy bonita o profesional de llamarle a hacer más caja con vuestra (mala) salud. Creo que ya he hablado en alguna ocasión en lo que consiste la cosa, pero me voy a repetir. 
En la farmacia como en cualquier otro negocio está todo estudiado. Si tú, posible cliente, entraras a pedir una solución para tu dolor de garganta, yo, alienada, tengo que hacerte un montón de preguntas abiertas, sobre qué es lo que te pasa, los síntomas asociados y todo ese rollo.  Mientras yo las formulo, es posible que tú pienses que me estoy interesando realmente por tu salud y por darte una solución. ¡Miiiiic! ¡Erroor! (Eso era antes, alma cándida.) Lo que yo tengo en la cabeza es el cuadro de ventas cruzadas. En lo que por desgracia me estoy interesando es en subir mi ticket medio y el número de artículos por venta, porque de no ser así tendré reunión en el despacho con meamansa (en adelante, mm). Puede que tú te empeñes en comprar Strepsils Lidocaína, que es lo que has pedido en el mostrador, pero mi misión es que te lleves ese producto que se parece, pero no es lo mismo, que a  mm y gerente (en adelante, zoquete) les facturan con un 50% de descuento. Respaldada por lo que pone en mi puta chapa, eso sí.  Te guste o no. Me guste o no. Puede que tú quieras además un Ibuprofeno 600mg en comprimidos, pero la EFG, y entonces yo tengo que tratar de que te lleves un Ibuprofeno 400 mg, (EFP, que le duplica el precio y trae la mitad de comprimidos, que a mm y  zoquete, les vuelven a facturar con un 50% de descuento)  avalada ahora sí, por ese estudio que ha salido hace poco que desaconseja las tomas de más de 2400 mg de ibuprofeno, en general, y en particular a un grupo de población con patologías cardiacas asociadas, y porque la dosis de 600 mg cada 8 horas no añade eficacia en el tratamiento del dolor leve y moderado. Que matamos moscas a cañonazos, es verdad.  Lo mismo tú eres un ser lozano, y no tienes ninguna patología de base mas que cuando sales lo haces a morir. Sólo te duele la puta garganta porque ayer por la noche saliste como si no hubiera mañana, bebiste más de la cuenta, hablaste más de la cuenta y no echaste una manguita larga, pero yo tengo que seguir dándote la brasa. A lo mejor la resaca no te deja razonar, tu dolor de garganta va en aumento por momentos con todas las respuestas que te pido, la cabeza está a punto de estallarte, y al final, te vendo (dispenso) la moto, y sales de allí con unas pastillas para la garganta que saben como si chuparas una roca, que ni de coña te van a quitar el dolor de garganta (creo que lo peor es haber probado el tipo de producto que tengo que aconsejar y comprobar que no es efectivo), a lo mejor además algo de Homeopatía, Homeovox, por ejemplo, porque te he escuchado afónico (qué bien lo debiste pasar anoche, cliente que no volverás) y el ibuprofeno 400 EFP, del laboratorio Pepito de Pamplona, a 4,50 en lugar de los 2,06 del genérico de 400. Pero también puede que pienses que lo que quiero es sacarte el dinero y venderte la misma solución a mayor precio. ¡La chochona para ti, querido nocliente!

En general, pienso que es un poco pan para hoy y hambre para mañana. Es esta forma de pensar mía, la que me ha llevado a esto. Supuestamente no tengo que pensar en tu bolsillo, sino darte una solución. La mejor solución. El problema es que no me creo que la mejor solución sea proporcionada por combinación de ninguno de los productos del cuadro de ventas cruzadas. Ahí está, en realidad, el problema. Que ahora ya es solo mío.

Y después de todo este rollo, me voy a dar una ducha y a ponerme de bonita, porque me voy a pasar el sábado al sol, como hace muchos sábados no hacía. Previo paso por la biblioteca. ¡Me voy a hartar de leer! ¡Qué gozo! Después reunión García convocada de urgencia para darme apoyo. La mamma incluida. ¡Lo más!
¡Buen fin de semana!




lunes, 4 de mayo de 2015

Mayo

Me queda una semana para vacaciones, y me parece que no va a llegar nunca.
La vida es un poco insípida últimamente, como si se me olvidara echarle sal a diario.
Ayer hablé con mi madre, pero no pude verla. Llegará un día en que me acuerde de que no la vi.

Se me hace raro escribir desde el portátil colocado sobre esta mesa y sentada en esta silla de madera tan incómoda, pero L. tiene doscientas mil pestañas abiertas hace más de una semana. Me sacan de quicio porque son como todos esos frentes abiertos que nunca cierra. Todos esos asuntos inconclusos. Prefiero los frentes y las pestañas de uno en uno. Qué mal llevo el desorden. Así que no puedo desenchufarlo para ponerlo donde siempre está. La batería del portátil (que hace tiempo dejó de ser portátil) se la llevó L. en la separación y nunca más se supo. Como tantas otras cosas que no se sabe dónde están.

En mi trabajo buscan a alguien, no sé si para prescindir de mí. Veo una oferta de trabajo en Benalmádena y de nuevo empiezo a buscar pisos de alquiler, para huir, pero sin huir. Hay urbanizaciones megahorrorosas allí. Me recuerdan un poco a la jaula de Pichi. Pienso en humanos colorados como gambas tirándose por el tobogán riéndose y tragando agua como si no hubiera mañana a la misma velocidad que Pichi da vueltas en su rueda para después ir a  comer pipas en el chiringuito (así sin pausa). Eso sí, siempre con el culo en remojo. ¿Se puede tener peor gusto?
"Benal Beach"
Cuando pienso en playa pienso siempre en tranquilidad. Desde luego no es mi ideal.
Desisto en la búsqueda porque me da grima lo que encuentro. Tampoco sé muy bien lo que busco. Además lo de huir tengo que madurarlo todavía. No sé si simular un autosecuestro, pero sin pedir rescate.
Me voy a la peluquería a que me corten el pelo que es lo único que crece últimamente por aquí. Así, a  lo mejor, se me van también los pájaros. Odio las peluquerías, siempre me resultan incómodas, aunque por fin des con una en la que prescindan de esos cortes de asimetrías imposibles tan antipáticos, pero es otra de esas cosas ineludibles en la vida.

Creo que necesito estar sola o pedalear muy lejos. De montar a caballo mejor me olvido.