viernes, 19 de noviembre de 2010

Algia

sin más
a palo seco
sin paliativo
en vaso largo
sin hielo
a grandes tragos
sin ver el fondo
como sufijo de todo.

martes, 9 de noviembre de 2010

Diario de una pesadilla Día 34.

Me han cambiado el horario de trabajo, lo llevaba esperando mucho tiempo, pero es justo en este momento cuando no soy capaz de disfrutar estas tardes libres que deseaba tener entre otras cosas para compartir más espacios-tiempos con mujer estupenda. Las tardes pues han dejado de ser lo que esperaba, curioso lo sé porque lo que esperaba sólo fue en el imaginario, nunca fue, parece que no será e igualmente en otras circunstancias podría no haber sido.
Hoy estuve a punto de llegar a los 30 minutos de tranquilidad, justo cuando me recreaba pensando en eso, sonó el telefonillo, la paz salió por la puerta aprovechando que CR15 entraba.
Después nada.
Bueno sí, ME llamó a CR15, lo que me ha hecho pensar que ya ni siquiera nos llamamos.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Llueve...

en días como el de hoy, con el frío y la humedad metidos en los huesos, - no siendo la única causa de esa sensación óseo térmica la meteorología - me viene a la cabeza Gene Kelly en esta escena de la película, me parece fantástica, me trae recuerdos de épocas mejores. Quiero al menos tratar de irme a dormir sin que todo lo gris que hubo a lo largo del día me engulla, no sé si mañana seré capaz de conseguirlo pero hoy me libro.
Quién sabe lo mismo si un día aprendo claqué...

domingo, 7 de noviembre de 2010

¿Adaptándome?

Sorprendida de la capacidad de adaptación, pensando a la vez que esta adaptación transitoria e inconstante - ¿ por qué no soy capaz de hacerlo de otra manera? - a esta situación impuesta se basa en la esperanza peregrina de que la balanza se incline hacia ese 5% de probabilidades de recuperar mi vida anterior a la llegada de criatura. No quiero ni pensar en el aplastante 95% restante. No sé qué pasará cuando la balanza dictamine lo que no quiero aceptar, no será ni entonces cuando realmente sea consciente de lo complicado que podrá llegar a ser todo, sí será entonces cuanto me quede o no.

Más-más pregunta si mujer estupenda pidió mi opinión antes de tomar esta decisión que no sólo afecta a su vida, - aunque va a ser su vida a la que va a afectar para siempre - supongo que confiaba en que yo la apoyara y mucho me temo que no cumplo con sus expectativas, de todas formas si la resolución de todo esto es otra distinta a la que ella quiere es posible que ya se haya roto algo que sea irreparable.

Hay tantos días en que no me apetece volver a casa, tantas veces en que no me apetece compartir mi espacio-tiempo con criatura, tantos momentos de saturación ante esa hiperactividad, tan poca tranquilidad, tan pocos momentos para hablar en su ausencia, tanta falta de intimidad que sinceramente creo que no voy a poder con la situación.

Quisiera ser capaz de encontrarle algo positivo a todo esto pero estoy en negros.
Máspasa ya está aquí, ha vuelto.