jueves, 4 de septiembre de 2014

Objetivo

Desde la semana pasada tengo un objetivo, eso me hace llevar las cosas que menos me gustan de mi vida con mejor talante, porque pienso que voy a ser capaz de cambiarlas. En realidad, no sé aún de qué modo voy a lograrlo, porque tengo unas cuantas ideas u opciones posibles que podrían llevarme a conseguir lo que quiero, pero siendo posibles no me garantizan el éxito. Lo bueno es que no es imposible ni las opciones están fuera de mi alcance. Solo requieren esfuerzo, sacrificio tal vez (seguro), y tiempo. No pretendo gran cosa, sólo es algo que me hará: estar más contenta con una parte mi vida, ser menos gruñona, quejarme menos. Nunca me ha gustado la gente que se queja y no hace nada por cambiar la situación. Ya ves, justo lo que yo llevo haciendo tanto tiempo. 
El objetivo es algo que llevo años planteándome, pero que las circunstancias me han hecho dejar de lado en muchas ocasiones. Unas veces porque una entra en unas rutinas de mierda que te anulan, y pasas los días como un hámster dando vueltas a la misma rueda, pero sin ningún sentido, sin plantearte que hay vida más allá de la rueda-rutina, que la vida,  la parte de la vida relacionada con las obligaciones no tienen por qué ser eso. Otras veces porque la vida viene como viene y se tienen unas (aún más) responsabilidades: una casa que pagar, deudas ajenas, hay que comer, pluriemplearse, y todo lo demás. Alguien tiene que sacar a flote el barco. Y sí, seguramente habré hecho más fácil la vida de alguien con mucho gusto, por cierto, pero creo que es el momento de pararme y empezar a pensar en mí también. Es ahora o nunca.

Hoy el esbozo de nutricionista, ha usado la Tanita (analizador de composición corporal) conmigo. El resultado ha sido más o menos el que esperaba. He perdido más peso desde que llevo en su chiringuito, y soy toda fibra, ¡oiga!. Traducido: estoy peor que con la explotadora anterior. No me gustan los empresarios madrileños, los de mi sector. Me acuerdo mucho de Isabel, mi jefa en Barcelona. No sé si alguien en alguna ocasión le habrá agradecido, yo lo hice en su momento, no como para quedar bien si no porque en realidad tengo/tenía mucho que agradecerle. Un día de estos debería decirle todo lo que el paso del tiempo me ha hecho valorar aún más esa época trabajando con ella. Lo que aprendí de esa mujer emprendedora, innovadora, con ideas, sensible y tan humana. Un día... A lo que iba de la Tanita, y el sieso esbozo de lo que sea, Tanita ha determinado que tengo una edad metabólica de 25 años, ¡toma ya! (JAA). ¡Que me zampo el objetivo en menos de nada!

L., se ha vuelto a ir. Esta vez casi lo he agradecido, porque no pego ojo cuando está ella y necesito dormir. Voy cansada, y no, no nací así. Tengo mis manías a la hora de dormir, y las suyas son todo lo contrario. El día y la noche, en todo: orden/caos, planificación/improvisación, atención/despiste, perfeccionismo/ descuido, para qué seguir. La cosa es que aquí seguimos. Bueno, ella hoy, un poco más allí.

"Cómo fue"

(Creo que ha debido hacer esfuerzos, la colega, para hacer un montaje de imágenes tan horroroso, y sin pies ni cabeza, pero es la única que ha subido la canción. Dan ganas de tirarla por el acantalido u obligarle a hacer la croquetilla bajando las escaleras de la casa del Señó, como penitencia. El comienzo ya promete, pero me puede lo que me gusta esta versión de la canción. Así que, ahí va, sin anestesia. Bueno, con una poca - lo he estrechado -  porque la falta de estética me supera)

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