domingo, 20 de abril de 2014

Mejor buenos recuerdos

Esta semana la asesora de la hija puta (HP, en adelante), se tiene que poner en contacto conmigo para entregarme todos los papeles y el finiquito. A fecha de hoy, quince días después de que yo diera por concluida, de un día para otro,  la relación de explotación laboral que me unía a su mierda de empresa, no le ha salido del santo papo o de dónde sea que le salga a HP algo. Y le va a tener que terminar saliendo, porque el finiquito me da un poco lo mismo. Por suerte no me supone ningún problema gastármelo por adelantado en un abogado, para porculear y que aprenda.
No sé de dónde salen o dónde se han educado o qué enseñanzas han recibido esas personas que piensan que por el hecho de pagarte por tu trabajo tienen derecho a cualquier cosa. Es la peor experiencia laboral que he tenido en mi vida. Tampoco sé qué concepto de la educación tiene alguien que después de perder las formas y faltarte al respeto (porque se ha debido de olvidar de tomarse la medicación, en casa de herrero...) por añadir, gracias, de coletilla piensan que están siendo educadas y además se lo creen. Tampoco sé como es posible que haya gente cuya percepción de la realidad no tenga nada que ver con la del resto. No se dan cuenta que el problema está en ellas, pero no es mi función en la vida abrirle los ojos a alguien aunque no pude evitar decirle todo lo que pensaba, es por eso que HP está en su grado máximo de hijaputez, que es mucho.
En realidad, lo que único que quiero es dar por concluido este tema de una vez, y olvidarme.

Hoy he cocinado arroz con verduras al horno. Me ha quedado de maravilla para ser la primera vez.  Así que me he puesto como la Glorión.
Mañana por la mañana tengo que ir a un curso de formación en fitoterapia: "Del pico glucémico a la nutrigenómica". ¡Apasionante! No me apetece una mierda porque estaré más de catorce horas fuera de casa, pero no puedo decir que no porque así se acordó en el nuevo trabajo. Sé que es algo que a quien beneficia es a mí, porque mejorará mi cualificación profesional, pero los lunes me cuesta tanto arrancar y madrugar me parece tan asqueroso. Por otro lado, si empiezo así, la semana no puede más que ir mejorando. Hay cosas peores e incluso gente que madruga mucho todos los días, pero el mundo plantas lo tengo atragantado desde la carrera. Aunque soy consciente, desde que estoy en Madrid, que el futuro de mi profesión, está en estas alternativas y el enfoque me gusta, aunque me de más pereza que comer marisco.
Me temo que hoy no estoy muy esponja de azucar.

Llevo todo el día con esta canción.  He vuelto a ver la película de la que sale también su título (que copia) : "El marido de la peluquera". "Golosinas", es uno de los discos de Pedro Guerra que más me gusta, bueno, practicamente el único suyo que he sido capaz de escuchar en bucle.
Recomiendo la película. Quien no la haya visto que se salte el segundo vídeo.
Me encanta Anna Galiena. Me pone.



Estoy un poco atascada esta noche. La intranquilidad es un rastrillo de dientes oxidados que va rasguñando por dentro el plexo solar. A ver quién consigue conciliar el sueño. Admito ovejas numeradas.

2 comentarios:

  1. Es el mejor post de tu vida, silbante. Con diferencia.

    Carcajadas, me ha arrancado...

    Beso. Ánimo. Fuerza. Tú puedes. :)

    ResponderEliminar
  2. Qué puedo decir? Que estoy de acuerdo con "la sparkling".
    Venga...
    :)

    ResponderEliminar

Ellas/os también silbaron.