viernes, 30 de septiembre de 2011

Nada

Alguien vuelve del presente, y me ofrece en bandeja de plata sus heridas, que hago mías, sin pudor, tal y como me las ofrecen, desgarradas, abiertas, a bocajarro, directas al corazón como el ni se sabe qué número de amor. Una empieza a pensar que vamos dejando atrás cadáveres, que un poco en eso consiste la mediocre vida, que un cadáver es también una misma, que nunca más saldrá de mi boca que alguien sea lo que sea de mi vida, porque no está en mis manos, ¿qué te crees un Dios?, (sin ninguna duda con los pies de barro), porque no puedo saber que será, ni en qué devendrá la vida, porque todo es temporal, y aún no tengo esa lección aprendida. Del todo a esta nada, pagando peajes.
Si apuestas, si apuestas, es seguro que pierdes. Si apuestan, si apuestan, es seguro que pierden, que el caballo está errado. Y el pasado transmuta en la nada, nada que no fue, que no fue nada es posible, que nada vuelve es seguro. Y en el mientras tanto se nos va la vida, escapando a cachistos por esas heridas.


Y después de todo nada, lo que ya sabía.

2 comentarios:

  1. un poquito de nada desde el desierto... Va con los peajes pagados contra mi cuenta emocional. Besos

    ResponderEliminar
  2. ... creo que si no apuestas, pierdes siempre.

    un abrazo, Silbie

    ResponderEliminar

Ellas/os también silbaron.