Hay empresas que son fuente de insatisfacción, de problemas, de quebraderos de cabeza, de sinsabores, de intranquilidades, de demasiados esfuerzos para tan pírricos resultados, y una se pregunta en qué momento hay que poner los pies sobre la tierra y ser realista, en qué momento hay que apearse de las ilusiones cuando el lado hacia el que se inclina la balanza no es nunca el esperado, en qué momento hay que dejar de tener expectativas, en qué momento hay que aceptar que todo el empuje y más no es suficiente cuando todo depende de tantos factores externos, en qué momento hay que reconocer que no todo son las ganas de que algo funcione, en qué momento hay que empezar a ser realmente objetiva y abandonar a tiempo antes de que el empuje, las ganas, las ilusiones y las expectativas sean definitivamente atropelladas.
¿En qué momento?
... cuanto antes mejor pero ya sin remedio cuando tienes que volver a peler batallas que ya habías peleado. Besos ;0)
ResponderEliminarSilbante, ne ha venido a la cabeza esa frase de Anáxagoras, al leerte...
ResponderEliminar"Si me engañas una vez, tuya es la culpa; si me engañas dos, es mía"
A veces, nos tratamos como si fueramos bobos, el problema es que te tanto disimular, lo que no somos, al final alguno hasta se lo cree
Ya, puesto que eres consciente. Para mañana es tarde.
ResponderEliminar- BO, resulta que me sale a estas alturas la vena peleona.
ResponderEliminar- Bur, buena cita esa. A veces cuesta asumirlas (las culpas digo).
- Mada, con lo puntual que soy, y en esto ya se me hizo tarde.
¿en qué momento, preguntas, Silbante? Creo que el momento tú ya sabes cuál es, ya lo conoces.
ResponderEliminaránimo, pues!
Dificil cuestión.. me imagino que cada uno debe hacer un balance de cuanto gasto moral hay en la empresa, si comienza a hacer mella en el ánimo.. a veces la mejor victoria es una retirada a tiempo..
ResponderEliminar- Blonde girl: Sí, una es capaz de reconocer cuándo es el momento, aunque asaltan las dudas o me dejo asaltar por ellas. ¡Cuídate! :)
ResponderEliminar- Ico: Eso es lo que me planteaba, y aún no sé si moriré con las botas puestas. Gracias por pasar!
ya.
ResponderEliminararponauta, ya ya, ¡ya! ya...
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