jueves, 10 de febrero de 2011

Chup Chup.

Vuel(v)o en el tiempo tres años y un día atrás, a un día como el de ayer. Recuerdo que era sábado noche, estrenabas al día siguiente decena y celebrábamos ese estreno junto con la despedida de Madrid, que fue tan solo una semana después. Noche de intenso frío madrileño, aún así de las más cálidas que recuerdo en aquel miniático-cajadecerillas castizo. Noche en la que todo salió redondo. No diré que no soy buena para las fechas, aunque no para todas, selecciono como hace la naturaleza, aunque a años luz de ella y con más probabilidades de errar, pero sería capaz de hacer una reconstrucción milimétrica del acontecer de cada uno de los días /fechas que recuerdo, por supuesto de aquel día también.
Tres años y un día después podría sumar a aquellas cuatro decenas de razones de aquel momento, más de tres por las que no cambiaría ni un día de lo vivido desde entonces, aunque en ocasiones muy próximas en el tiempo, no solo hayan flaqueado las vacas y haya cometido el error de olvidarme de más de una de esas razones. La fragilidad de esa memoria en un pasado casi presente, no tiene nada que ver con la solidez del sentimiento que crece y se enriquece Chup Chup. A veces, con mucha frecuencia, me paro a pensarlo, sé que soy afortunada sin necesidad de que lo pre/diga ninguna galleta de la suerte y realmente no sé ni cómo fue llegar hasta aquí.
Como siempre, hay cumpledías que siento que a quien regalan es a mí.
No va a tener precio su cara esta noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ellas/os también silbaron.