Le digo que no es una de las mejores temporadas de mi vida en cuanto a preocupaciones y falta de tranquilidad, las ojeras empiezan a hacerme parecer un mapache. Le digo que no he conocido nunca antes a nadie a quien le pasen tantas cosas, asisto al desfile de un problema detrás de otro, y cuando pienso que no puede pasar nada más, más pasa.
Maspasa se ha convertido en un personaje cotidiano, es como Esperanza la mujer de la tienda de la esquina donde compro la leche, el Nesquick, y los donuts para que el comienzo de los días sea redondo, (los finales suelen ser angulosos), pero Maspasa no te fía, ni te dice cuando no tiene cambio que se lo pagues mañana. Maspasa exige soluciones y que lleves siempre el cambio exacto.
Cruzo los dedos para que pase Nadamas.