miércoles, 18 de agosto de 2010

Noche 4.

Nada importante.
Cansancio como de viernes.
Hambre.
Antojo de todo lo que el frigorífico no contiene.
No sé si dulce, salado o picante.
Tortitas con chocolate.
Una lasagna.
Comida mejicana.
Tirarse de un trampolín,
Zambullirse en una mirada.
El frigorífico se apellida Rodríguez.
Nunca he vivido sola.
Cama es sabana.
A lo lejos alguien toma una cerveza con un traje de buzo.
Pompas de jabón.
Señales de humo.
Hoy también cierro la ventana.

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